Erato y Safo

Erato:

("La amable" o "La amorosa")

Es la Musa de la Poesía Lírica Erótica o Poesía Amorosa.

Se dice también que inventó la cítara.

Los artistas de la pintura y la escultura la muestran llevando una flecha de oro, aludiendo a la figura de ‘eros’. También aparece con “el amor alado” provisto de un carcaj y flechas.


Erato es el nombre del asteroide nº. 62 de la serie, descubierto desde Berlín, el 14 de septiembre de 1860 por O. Lesser y W. Forster.




Safo

Poeta griega nacida en Lesbos circa del 650 antes de Cristo.

En el mito de Orfeo, se decía que sus restos de éste, despedazados por la Ménades fueron llevados por los ríos y el mar a la isla de Lesbos en el mar Egeo, donde después nacieron grandes poetas.

Se conserva muy poco de la obra de Safo, sólo algunos poemas y citas y referencias de otros autores antiguos.

El contenido amoroso de sus poemas fue motivo de toda clase de elucubraciones sobre su vida.

Sus poemas fueron valorados desde la antigüedad, se recitaban y se conocían inicialmente en Grecia y más tarde en Roma. Era sin duda una poeta famosa que incluso fue llamada “la décima Musa”.

De acuerdo a las referencia sobre su vida, era maestra de jóvenes aristócratas. Les enseñaba sobre poesía, a recitar, a cantar y a representar bailes y cantos nupciales y amorosos. Componía para ellas poemas para sus bodas.

De sus poemas se puede inferir que Safo se enamoraba de sus discípulas, lo cual ha motivado todo una mitología respecto a su homosexualidad.

Si bien hubo una leyenda que cuenta que se suicidó lanzándose al mar desde una roca, al no ser correspondido su amor por Faón (un hombre bellísimo del cual se había enamorado Afrodita) la realidad de si misma, presente en sus últimos poemas, la muestra como una anciana que en sus últimos años goza de una vida tranquila.


A Una Amada
(versión libre del poema de Safo)

A mi,
el mortal sentado frente a ti,
me parece igual a los dioses

y te oye hablar desde tan cerca,
dulcemente
y sonreír de esa forma encantadora.

Verte,
me derrite el corazón dentro del pecho.
sólo un instante y me quedo ya sin voz.
y mi lengua desfallece.

Siento un fuego penetrante
que se desliza bajo mi piel.
Nada pueden ver mis ojos
y empiezan a zumbar mis oídos

el sudor me cae a raudales,
tiembla mi cuerpo.
Me vuelvo más verde que el verde de la hierba.
y desfallecida
todo mi aspecto es el de una muerta.



Entre tantos textos inspirados por Safo, uno diferente y sorprendente es “Safo o el suicidio” un cuento en prosa lírica de Marguerite Yourcenar contenido en su libro Fuegos. He aquí un par de párrafos, como una invitación a leerlo completo:

“Acabo de ver, reflejada en los espejos de un palco, a una mujer que se llama Safo. Está tan pálida como la nieve, como la muerte o como el rostro blanco de las leprosas........

......El dice llamarse Faón y pretende ser hijo de una griega de Esmirna y de un marino de la flota británica: el corazón de Safo torna a latir de nuevo al oir el acento delicioso que ella besaba en los labios de Attys......

.