martes, agosto 08, 2006

Apolo

Apolo era hijo de Zeus (Júpiter) y de Leto (Latona).

El día de su nacimiento, los cisnes volaron majestuosos en el cielo de la isla de Delos, la única que acogió a Leto para su parto.

Su hermana gemela fue la diosa Artemisa.

Se trata de un dios cuyo origen mítico religioso se remonta a regiones del Asia. Su caracter prehelénico y la diversidad de sitios en que se le rendía culto, conllevan que sus connotaciones y atributos varíen en el tiempo y acumule diversas características.

Si bien es cierto que en algunas ocasiones hería con sus flechas a los hombres que motivaban su ira y su venganza, en otras oportunidades los sanaba de las enfermedades. Era así el dios de la medicina y en ese contexto era el dios de las danzas de la purificación.

Se le asocia a la actividad artística. Como dios de la poesía y de la música instruía a las Musas en estas disciplinas y tenía el privilegio de convivir con ellas.

Según cuenta uno de los tantos relatos mitológicos, Apolo mató a la serpiente Pitón que custodiaba el santuario de Parnaso, por ello se construyó en su honor un templo en la isla de Delfos, del cual aun se conservan sus ruinas. En este templo se dictaban los famosos oráculos.
En Delfos, así como en otros lugares, profetizaban las llamadas Sibilas.

Sibila era una hija de Zeus y Lamia que poseía el don de la adivinación y de la visión del futuro. De ella se generalizó el nombre de Sibilas para llamar así, genéricamente, a todas las profetisas de la antigüedad.

También en Esparta se rendía culto a Apolo. Y era apreciado por sus connotaciones agrarias, siendo el protector de los campos y de los pastores.

Apolo fue el dios de la belleza y en su caracter de dios de la música, era el encargado de las melodías y los cánticos en el Olimpo, acompañado por su Lira.

Tenía comportamiento impulsivo; de ahí su carácter de protector de los jóvenes. Sus condiciones físicas le hicieron merecedor de ser el primer ganador de los antiguos juegos Olímpicos.

Como personificación del Sol, los artistas le representan coronado de rayos luminosos, recorriendo los cielos montado en un carro tirado por cuatro caballos blancos.

Un día, su hijo Esculapio (médico) resucitó a un hijo de Teseo, hecho que provocó la ira de Zeus (Júpiter) ya que su acción iba contra las leyes de la naturaleza. Zeus los acribilló a ambos con sus rayos.

Por su parte, Apolo, en ciega venganza, dio muerte a los Cíclopes que forjaban los poderosos rayos de Júpiter.

Esta situación motivó el castigo de Apolo por parte de Zeus, siendo aquel expulsado del cielo y condenado a vagar sin rumbo por el mundo.

Después de un largo destierro, Apolo fue llamado de nuevo al Olimpo y Júpiter (Zeus) le restauró sus funciones y sus cargos.

Amó a muchas mujeres, entre ellas Casandra, Caliope, Dafne..... pero nunca encontró el amor de ellas.

Entre sus desencuentros amorosos está su historia con Dafne (ver ....).

También se relata que otra de sus amadas, Marpesa, era al mismo tiempo deseada por un mortal y que los dioses le concedieron a ella la libertad de elegir entre Apolo y su amor terrenal. Sucedió entonces que eligió al mortal ya que éste envejecería con ella, mientras que si hubiese preferido a Apolo, el dios la hubiese abandonado cuando su belleza se hubiese ido apagando en su vejez.

Además de Esculapio, entre sus hijos más nombrados se cuentan Aurora, la maga Circe, Lino (maestro de Orfeo), y Faetón.

Lino aparece como hijo de Apolo y Psámate en algunos relatos mitológicos. En otros se lo muestra como hijo de Anfímaro y Urania, así también como hijo de Ismedio y de la musa Terpsícore. También se lo señala como hermano de Orfeo, al ser entonces hijo de Eagro (un dios fluvial) y de la musa Calíope.

En Apolo se refleja la ancestral aspiración de la existencia de un paraíso, una vida mejor. Esto se manifestaba en los seguidores de su culto.

Se dice que hubo un pueblo mítico, en un lugar perdido, posiblemente en escandinavia, en el norte de Europa, donde no se escondía el sol y no existía ni la enfermedad ni la vejez. Desde allí vinieron alguna vez, a los templos de Delos, las blancas y misteriosas vírgenes de Hiperbórea*:

“Laódice, Hiperoque, Opis, Argé blancas figuras misteriosa llegadas de un mundo lejano, fugitivas apariciones de una tierra bendita, seres de ensueño, reflejo del ideal apolíneo, ¡cuánto es de lamentar que os conozcamos tan mal, que hayamos perdido lo que Hesíodo y los poetas cíclicos** dijeron de vosotras! “ (ref. Mitología Griega. Georges Meautis)

* Nota: Bóreas es el dios griego del Viento Norte. En la mitología romana Boreas equivale a Aquilo o Aquilón. El témino hiperbóreo es "más allá del norte". En Roma se llamaba también al viento norte como "septem triones" (siete bueyes). De este origen es el término "septentrional", sinónimo de boreal para indicar el norte. (ref. Wikipedia)

** Nota: Los denominados poetas cíclicos corresponden a poetas épicos griegos (no bien identificados) del período del 800 al 550 antes de Cristo.



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